
iDon fue mi salto cibernético. En 2009 decidí romper con todo lo que había hecho hasta entonces y apostar por un sonido futurista que unía el reggaeton con música electrónica en un mismo universo. Hoy, iDon sigue siendo prueba de que arriesgarse vale.


iDon nació de una idea que al principio iba a ser un comic book: la historia de un Don Omar cansado de ser humano que se convierte en mitad hombre, mitad máquina para matar sus sentimientos.
Con el tiempo, esa ficción terminó reflejando mi propia realidad. Era introspección pura - una traducción de lo que estaba viviendo y sintiendo. De ahí surgió la decisión de dejar atrás fórmulas conocidas y construir un universo nuevo, donde el reggaeton se mezcló con otros sonidos como nunca antes.
Con el tiempo, esa ficción terminó reflejando mi propia realidad. Era introspección pura - una traducción de lo que estaba viviendo y sintiendo. De ahí surgió la decisión de dejar atrás fórmulas conocidas y construir un universo nuevo, donde el reggaeton se mezcló con otros sonidos como nunca antes.



Historias que encendieron el futuro
iDon fue una visión adelantada a su tiempo, un riesgo que se volvió testimonio. Hoy regreso a esas memorias para compartir las chispas de inspiración que hicieron de este álbum un salto al futuro… y lo que lo mantiene vivo como símbolo de valentía.